Hace mucho que no escribo de forma regular, pero tengo una
excusa: he estado a tope con el proyecto. (venga hombreeeee Esther, eso no se
lo cree nadie).
La verdad es que he estado haciendo alguna que otra
escapada, y entre eso y el salir a socializarme los findes… ¡una no tiene
tiempo pa’náh!
Han pasado muchas cosas, muchas,
algunas que iré escribiendo poco a poco y algunas sobre las que no escribiré
JAMÁS (¡hola mamáaaaa!)
Del 2 al 6 de mayo, estuve en Barcelona para arreglar
papeles (hacienda somos todos…) y hacer las visitas de rigor;
del 7 al 8 me fui a Ferrara;
del 10 al 14 en Atenas (Greeeeecia <3)
y ya en Torino, me encuentro con que al día siguiente de
llegar se montó un botellón de esos épicos en los que pierdes amigos, la orientación,
años de vida y la vergüenza, entre otras cosas.
Entre una cosa y la otra, y que aquí ha empezado a hacer un
calor de esos asquerosos, las últimas dos semanas de mayo me las he pasado
intentando ponerme con el proyecto en serio. Fracaso absoluto por mi parte, he
de admitir.
Pero bueno, ¡no pasa nada!
Tras una reflexión, una excursión a la Sacra di San Michele dos días en Cinque Terre, y la final de la Champions en Torino siendo del
FCB, me he puesto en serio de nuevo.
YOU CAN!